La predilecta de Drácula
Al entrar a mi habitación tendrás la impresión inmediata de un aroma menjunje. Una combinación de alcohol, mentholatum y timolina. Si encontrase algún otro medicamento, también lo aplicaría. Pero son solo estas tres cosillas las que conozco para aminorar el escozor y la inflamación.
Cada mañana aparece una nueva marca. Un punto rojo minúsculo que antes que ser visto es sentido, antes que ser punto rojo es una porción de piel que pica. Cuando empieza esa sensación m digo: "No te rasques, si lo haces perdiste". Y generalmente pierdo. Me rasco, la picadura se infecta, la piel se inflama, y la marca queda de por vida.
He pasado noches en vela con baygon-estaca en mano para matarlo, pero es astuto, y no aparece el día que estoy preparada para enfrentarlo. He intentado cazarlo durante las primeras horas del día cuando sé que debe estar dormitando resultado de su noche de ataque, cuando sé que debe estar hinchado resultado de su gula excesiva... pero mis resultados, a diferencia de los suyos, han sido infructuosos. Drácula es una realidad invisible para mí.
"Tu sangre debe ser dulce" me ha dicho mi madre. Es una explicación posible. Pero no puedo asegurarlo. Lo que yo sé es que Drácula vive en mi habitación, que es inmortal, que lo odio infinitamente, y que para él yo debo ser como una fruta. Tal vez un durazno.