Aquella mañana en la que la zorra no pudo alcanzar las uvas, afirmó con frío resentimiento que estas estaban verdes. Y se fue. Pero la zorra no se sentía cómoda con solo decir al aire "están verdes". No era suficiente. Enrumbó al pueblo y en el camino empezó a correr la voz “¿sabías que las uvas de esa vid están verdes?, son ácidas; he escuchado que son de mala semilla”. Prestaron atención las golondrinas, los puercoespin y las ardillas. Llegada al pueblo, fueron las gallinas las mayores responsables de la difusión. Pronto lo supieron las vacas, los patos, y los burros. Tiempo mínimo transcurrió para que fuera de dominio público. Aquellos días no había ocurrido nada importante, en realidad pocas veces tenían algo sobresaliente de que hablar; así la inmadurez de las uvas le vino en gracia a todos.
Las uvas fueron las últimas en enterarse de que eran tan célebres. Pero se enteraron. Primero rieron alegres y se sacudieron despreocupadas. ¿Por qué habría de preocuparles lo que pensasen? Por el contrario, estarían seguras, nadie osaría comerlas. No sospechaban mayor problema.
El rumor crecía y los curiosos no resistieron acercarse. Los primeros fueron unos tres zorrillos quienes las vieron de lejos, dudaron inicialmente si eran ellas, pero eran las únicas así que tenían que ser ellas. Y asintieron con engolada voz: "sí, sí, están muy verdes" y se fueron satisfechos de sí mismos. Un siguiente grupo, un par de lechuzas, con una vista de soslayo y mucho desprecio dijeron "qué verde tan desagradable" y volaron sin más. Y finalmente vino un grupo de pequeños conejos que empezaron a saltar alrededor y cantaban "verde que te quiero verde" y reían estrepitosamente. Los días pasaron y las visitas aumentaron.
Al terminar una semana, las uvas experimentaron preocupación. En particular, se desató una autoevaluación. ¿Efectivamente estaban verdes? Ellas se sentían en la plenitud de su vida, listas para sonreir a la fatalidad de ser consumidas. ¿Verdes? Ya no era solo una resentida zorra la que hablaba. Si todos las veían verdes, ¿era posible que todos se equivocasen?, ¿podía ser esto resultado de una confusión?, ¿de una mala información?, ¿todo era producto de un discurso manipulado?¿es real la realidad?... Oh, las uvas tuvieron una larga noche esa noche que dudaron de sí mismas y de lo que las rodeaba.
Apenas clareaba el día y la crisis terminó. Las uvas optaron por salirse del mundo de manera rápida. Una a una se desprendieron de la vid y fueron a estrellarse contra el suelo. El jugo guinda se impregnó en la tierra.
La zorra casualmente pasaba por el lugar y vio los restos de lo que en algún momento le apeteció. Se detuvo un minuto, sonrío amablemente y murmuró "lo sabía, eran verdes".
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