lunes, 24 de febrero de 2014

El tigre vegetariano

La gente aplaudía de pie. Aseguraban la función con el mismo acto. El ilusionista cerraba la noche colocando su cabeza en las fauces del gran tigre. La respuesta era colectiva. 

OHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH.... 

El gran tigre imponía temor a los asistentes, los niños eran lo que expresaban mayor impresión, y algunas damas ocultaban con las palmas de las manos sus rostros; y sin embargo nadie se movía de su asiento hasta que no viesen al tigre en escena.

La estrella el espectáculo era un ser educado para manso, criado para alimentarse de vegetales, instruido para rugir cuando le indicasen. Un tigre aun joven. Era como cualquier tigre a simple vista. Nada fuera de lo común. Si usted fuese un tigre, diría “es un tigre como yo”. Por ello nadie pudo comprender el accidente.

Los aplausos fueron reemplazados por gritos y sollozos. Los integrantes del elenco tampoco reaccionaban sino con estupefacción.

El tigre vegetariano masticaba la cabeza que había cercenado. Y aunque sintió asco también experimentó una agradable satisfacción. El espectáculo había terminado.

Era como cualquier tigre a simple vista. Nada fuera de lo común. Si usted fuese un tigre, hubiese dicho “es un tigre como yo”.

sábado, 22 de febrero de 2014

El infierno son los otros


¿Ves a los pájaros de ese árbol? Son cuculíes, están aun jóvenes pues sus ojos tienen un lila pálido. Pero están lindas, podrían ser amigas tuyas si quisieras. Aquel árbol, el nogal, se ve bien para que hagas tu casita. Y el parque, mira, está todo enrejado, alguna vez suelen entrar los niños, pero muy poco, estarías tranquilo; y si entran no importa, puedes pasarte a ese otro árbol, más grande, ahí ninguno de esos mocosos podría alcanzarte. Sería bueno saber si te anima la idea de ser libre. No te veo muy feliz en esa jaula, eso no significa que te vaya mejor afuera, ¿pero no sería bueno probar? Claro, está el tema de la comida,... podría ayudarte los primeros días, tal vez las primeras semanas, pero cumplido un mes creo que me ganaría la desidia y ahí tendrás que arreglártelas solo. Yo creo que sí podrías. Pero cómo saber si estás convencido, ni siquiera ladeas la cabeza mientras te hablo, solo me miras con esos tus ojitos tristes. ¿Qué hago contigo?, ¿te regalo? He pensando a veces que tu problema es la soledad, podría comprarte una pareja, un semejante de tu especie, por último un partner macho para que tengas con quien pelear. Pero también he tenido mis dudas sabes, ¿y si al estar acompañado tu vida se hace un infierno? Sartre decía que el infierno son los otros. Yo no te di la vida, pero al tenerte en esta jaula siento que tu vida me pertenece un poco, que me he convertido en un demiurgo y tengo tu vida a mi disposición. No, nunca he pensado en matarte, me aterra el dolor, incluso el ajeno. Y morir debe de doler. Ya está, te libero, no podemos seguir así. Listo. Muévete, vete. Dale, sin miedo, todo estará bien. Uy, de verdad se fue, y se movía más rápido de lo que parecía por su peso. Eligió un eucalipto, no es tan mala elección.  Espero haber actuado correctamente, buena fe al menos tuve. Si en libertad corrobora que el infierno son los otros, ya eso escapa a mi control. Ojalá que los vecinos no se asusten mucho, al fin de cuentas, no es común que un pequeño dragón viva en un parque.